PACIENCIA

La paciencia se define como la facultad de saber esperar cuando algo se desea mucho. Capacidad de padecer o soportar algo sin alterarse. Capacidad para hacer cosas pesadas o minuciosas.

Eurídice y Orfeo de Rubens. Escena en el infierno: Orfeo está rescatando a Eurídice,contemplado por Hades y Perséfone, sentados en el trono.

Orfeo, hijo de Apolo y la musa Calíope, era el músico más extraordinario de todos los mortales y con su canto, deleitaba a todas las criaturas de la naturaleza. Entre sus principales hazañas está el viaje que emprendió junto con la expedición del navío Argos que partió en busca del Vellocino de Oro. Orfeo pudo adormecer con su música al terrible dragón que cuidaba el famoso Vellocino. Cuando Orfeo regresó de la expedición realizada por los argonautas, se enamoró de la bellísima Eurídice, a la que amó apasionadamente. Eurídice, era una ninfa de Tracia. En la celebración de los esponsales de Orfeo y Eurídice, un cortejo de ninfas y pastores danzanron en torno a los jóvenes, llenando de alegría el momento.

Mientras Orfeo recorría Tracia, alegre ante la inminencia de estar ya para siempre con su amada, una mensajera le trae una triste noticia: Eurídice, mientras recogía flores, ha sido mordida por una serpiente. Orfeo, desesperado, corre a su lado para tratar de ayudarla; pero el veneno se había esparcido ya por todo su cuerpo e irremediablemente Eurídice muere en sus brazos.

No pudiendo soportar tanto dolor, Orfeo decide bajar al Averno para recuperar a su amada. Acompañado por un barquero, atraviesa el oscuro pantano del Estigio, que separaba el reino de los vivos del de los muertos; e iluminándose con una antorcha, se hunde en las oscuras profundidades de la morada de los muertos. Una vez allí, Orfeo emplea su música ante Hades y Perséfone, dioses reinantes en ese inframundo, para conmoverlos y así convencerlos de que le dejen rescatar de la muerte a Eurídice. Los dioses se apiadan de él, y le conceden poder llevarse a la vida de nuevo a su amada, pero le imponen una condición: en el camino de regreso, Orfeo siempre deberá caminar delante de Eurídice, y no mirar bajo ningún concepto hacia atrás, hasta que lleguen a plena luz y ésta sea iluminada completamente por la luz del sol.

El camino de regreso resultó duro, pero Orfeo, confiando en que Eurídice le sigue y resistiendo a las muchas tentaciones, mantiene en todo momento la mirada fija al frente. Sin embargo, ya al final del trayecto, al borde de la salida y cuando la luz de sol les ilumina ya, Orfeo, gira su cabeza para mirar si Eurídice está tras él. Entonces, con horror, descubre que se ha precipitado, pues Eurídice aún no había sido completamente iluminada por el sol, ya que uno de sus pies permanece todavía en la sombra. En el mismo momento en que Orfeo pone su vista en Eurídice, ésta se desavanece en el aire, perdiéndola para siempre, por su impaciencia.

Mito de Orfeo y Eurídice.

Opera Orfeo de Monteverdi.