De la entrevista que Karmele Marín le hacía para el periódico EL PAIS en 2008.
P. Pero usted está más cerca del cascarrabias que del mala baba
R. Sí. Soy más un casacarrabias irónico.
( ... )
P. ¿Se va harto de la política o sólo de la Chunta Aragonesista?
R. Me voy decepcionado, porque uno viene aquí pensando que puede solucionar mucho, y al final te das cuenta de que puedes hacer poquicas cosas.
P. ¿No es raro que todos le quieran?
R. Bueno, a lo mejor es porque no tengo poder. Me pasaba lo mismo en la canción. Como yo vivía en Zaragoza y no molestaba a nadie, todo el mundo me quería mucho. Pero aquí Aznar y Rajoy no me saludaban.
P. ¿Por qué no se despidió del hemiciclo con una jota, como le pidió Manuel Marín?
R. Pues porque ya la canté en la cena de los periodistas parlamentarios, y me parecía demasiado show.
( ... )
P. ¿Ha llegado el día en que todos al levantar la vista vemos una tierra que pone libertad?
R. No. Yo creo que hay que levantar la vista con más fuerza, porque la libertad está cada día más apretada contra la pared.
P. "A veces digo barbaridades, porque soy sincero". ¿Su mayor barbaridad en las Cortes?
R. La noche aquella de "¡A la mierda!" Pero, junto a eso, recité un poema precioso de mi hermano Miguel. Se compensó.
( ... )
P. Mujer, tres hijas y dos nietas. ¿Está rodeado?
R. Yo me he criado en una familia de cinco varones y de pronto me encuentro rodeado de mujeres, y estoy encantado.
( ... )
P. ¿De qué le queda más: melancolía, lirismo, ironía?
R. A mí me queda de todo un poco. Soy muy ciclotímico. Ayer estaba aquí, en el despacho, y escribí un poema muy bonito dedicado a mis nietas.
Como en sus jotas... "Allá va la despedida de los que se van del corro..."
.
No hay comentarios:
Publicar un comentario