miércoles, 28 de abril de 2010

Cuando la lectura es algo más que el acto de leer

"La literatura sirve para imaginar las vidas que no vivimos."
José Emilio Pacheco. Ultimo galardonado con el Premio Cervantes.








Interior librería Lello, Porto, Portugal. Fundada en 1881, está considerada una de las más bellas del mundo.Con una escalera que recuerda a la que vio el patriarca Jacob, con un techo de paneles de madera labrada y sus bellas columnas, la convierten en una de las maravillas de la arquitectura librera.








El Ateneo, en Buenos Aires. El Ateneo es un antiguo teatro en el centro de Buenos Aires transformado ahora en una librería impresionante. La gran afición de los porteños a los libros les ha llevado a reconvertir esta joya en uno de los símbolos del progreso intelectual del país. La antigua platea está ahora ocupada por estanterías y por todas partes hay rincones donde perderse y disfrutar con la lectura de un buen libro.






El Péndulo, en México. La rama del Péndulo Polanco en la Ciudad de México es el refugio del turista cansado y agobiado del calor de la Capital Federal. Su arquitectura abierta poblada por árboles, convierte la librería en un oasis en medio de la bulliciosa ciudad. Dicen que en ella se sirve el mejor café de México.









"Cuando no saben de qué modo contestar a cualquier pregunta comprometida, los novelistas suelen decir que la vida es la única novela verdadera. Si tuvieran razón, que yo creo que no la tienen, a mí me habría tocado vivir dentro de uno de esos soporíferos experimentos que intentan demostrar que se puede escribir un libro en el que no pasa nada, alrededor de un protagonista al que no le sucede nada, en una casa donde jamás pasa nada. Hasta el autor más riguroso, más empeñado en ese estúpido propósito se espantaría de aburrimiento si alguien le obligara a llevar mi vida. Por eso, porque no se parece en nada a una novela, necesito los libros. Para que me anclen precisamente a la vida."
"Atlas de la Geografia Humana" Almudena Grandes

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