miércoles, 2 de junio de 2010

Inocencia

"¿Estás aquí? —me preguntó.

—¿Y dónde crees que estoy? —contesté sonriendo. Realmente, no había ningún lugar en el quisiera estar más que allí, en la hierba, bajo la sombra alargada de unos cipreses centenarios junto al hombre que quería.

—No estás aquí —insistió él—. No estás aquí.

Quería que me diese cuenta de algo. Suspiré, me acomodé de nuevo en la hierba y cerré los ojos. Él tenía la extraña habilidad de colarse en mi interior y de saber lo que allí ocurría antes incluso de que yo me diese cuenta de ello.

…—¿Y dónde crees que estoy? —volví a preguntarle sin demasiada convicción.

Pero no me contestó, jamás lo hacía. No me facilitaba las claves, nunca. Fue un maestro duro…"

"Inocencia radical" Elsa Punset







"Nacemos inocentes. Sin emociones mezcladas, sin dudas, sin miedos, sin mentiras. Llegamos para descubrir, luminosos y coherentes. Vulnerables pero abiertos al mundo, animados por una curiosidad rotunda y radical, dotados de la pasión por vivir. Es entonces cuando comienza la búsqueda del sentido en una realidad diaria de luces y de sombras donde nos asaltan el amor, el miedo, la tristeza o la tentación. Cómo nos enfrentamos a estas etapas cruciales, desde la inocencia o desde la rigidez, determinará el tejido de nuestra existencia, de cada emoción, de cada gesto, de cada pensamiento. ¿ Por qué perdemos esa confianza y esa curiosidad inicial apasionadas, por qué nos cobijamos en la concesión y en la tristeza.? Hay que sacar provecho de nuestra capacidad innata para amar y para transformar, hay que encontrar los cauces donde nuestra creatividad y nuestra energía fluyan a través de las trampas y los dones que nos acechan en los espacios donde a diario vive, o muere, nuestra inocencia primigenia y radical. "


De todo esto se ocupa "Inocencia Radical" de Elsa Punset. Un libro muy aconsejable en los tiempos que corren.





"Decía la psiquiatra Elizabeth Kubler-Ross, que tan bien conocía los trasfondos de la tristeza humana, que no necesitamos nada especial para vivir: basta con ser uno mismo lo más brillantemente que sea posible. Eso es suficiente.

Me maravilla la pasión que encierran estas sencillas palabras: el derroche de luz y de esperanza que contiene un cometido en apariencia tan sencillo, tan humilde como ser uno mismo, pero eso sí, lo más brillantemente posible. Cuando nacemos, ¿por qué no empapelaron las paredes de nuestra habitación con estas palabras? Cuando lloramos, cuando erramos, cuando tropezamos, ¿por qué no nos las recuerdan? En general olvidaron decirnos que todos albergamos un lugar hermoso en el que vivir en la inmensidad clara y oscura de la psique humana. Pero hay que alcanzarlo, ararlo y regarlo para verlo brotar."
"Inocencia radical" Elsa Punset

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