He estado unos días visitando la Ribera del Duero burgalesa: Aranda de Duero y alrededores.
He tenido la oportunidad de pasear por pueblos que constituyen conjuntos histórico artísticos muy interesantes como Peñaranda de Duero, Caleruega o Gumiel de Izán. Me llamó la atención el Monasterio de Ntra Sra de la Vid, pues había pasado por delante del mismo muchas veces camino a Soria ( sí,sí, cual Jaime Urrutía ex de Gabinete Caligari), y ahora que lo he visitado, me ha sorprendido gratamente. Visité también Clunia, se trata de los restos de una de las antiguas ciudades romanas más importantes del norte de la Península. A lo largo del recorrido, se pueden ver los masaicos de varias casas, restos de edificios públicos como la basílica jurídica, las termas y un teatro asentado en la ladera aprovechando la orografía de la zona, con capacidad para nueve mil espectadores. En todos estos pueblos de la ribera, las vides son las protagonistas, ya que, conjuntamente con las vecinas riberas de Soria y Valladolid, es zona de denominación de origen del vino Ribera del Duero. Además de las bodegas comerciales, cuya visita en algunos casos está justificada, pues de un tiempo a esta parte, se han convertido en ruta turística y compiten por ofrecer el aspecto más atractivo, conviven también las tradicionales bodegas familiares. En todos los pueblos se pueden ver puertas en la ladera de los montículos, que dan acceso a unas cabidades subterráneas donde se conservan las cosechas de vino de consumo privado.
De todo este recorrido, podría haber dedicado mi entrada de hoy a muchos lugares interesantes, pero voy a hacerlo a Coruña del Conde. En este pueblo la joya turística es la ermita románica del Santo Cristo, aunque el castillo medieval, tiene también su historia, pues su control fue disputado a los cristianos por el mismísimo Almanzor. Sin embargo, a mí me llamó la átención lo siguiente. Según te vas acercando el pueblo, lo primero que divisas son los restos de un castillo situado en la cima de un cerro, e inmediatamente, te percatas también de algo que brilla, de color plateado, colocado al lado mismo del castillo... Te quedas un poco "flasheado"... ¿ Qué es?... Me acordé de la mítica película "Superman", pues te empiezas a preguntar: ¿ es un pájaro?, ¿ es un avión?... Y hasta ahí... Porque, efectivamente, se trata de un avión. Y a continuación, la intriga. ¿ Por qué han colocado ese avión ahí?. Al parecer, en 1793, Diego Martín Aguilera, vecino de este pueblo, logró volar desde un cerro próximo con un rudimentario aparato construído por él mismo, se dice que inspirándose en los proyectos de Leonardo Da Vinci, y esto debió ser hito en la historia de la aviación española. Hace unas décadas decidieron colocar un avión para conmemorar la gesta. La cuestión es que el expuesto es un avión moderno y por ello, el cerro del pueblo se ha convertido en un curioso y extraño cuadro anacrónico de contraste entre el castillo medieval y el avión del SXX. Llamativo, muy llamativo.
He tenido la oportunidad de pasear por pueblos que constituyen conjuntos histórico artísticos muy interesantes como Peñaranda de Duero, Caleruega o Gumiel de Izán. Me llamó la atención el Monasterio de Ntra Sra de la Vid, pues había pasado por delante del mismo muchas veces camino a Soria ( sí,sí, cual Jaime Urrutía ex de Gabinete Caligari), y ahora que lo he visitado, me ha sorprendido gratamente. Visité también Clunia, se trata de los restos de una de las antiguas ciudades romanas más importantes del norte de la Península. A lo largo del recorrido, se pueden ver los masaicos de varias casas, restos de edificios públicos como la basílica jurídica, las termas y un teatro asentado en la ladera aprovechando la orografía de la zona, con capacidad para nueve mil espectadores. En todos estos pueblos de la ribera, las vides son las protagonistas, ya que, conjuntamente con las vecinas riberas de Soria y Valladolid, es zona de denominación de origen del vino Ribera del Duero. Además de las bodegas comerciales, cuya visita en algunos casos está justificada, pues de un tiempo a esta parte, se han convertido en ruta turística y compiten por ofrecer el aspecto más atractivo, conviven también las tradicionales bodegas familiares. En todos los pueblos se pueden ver puertas en la ladera de los montículos, que dan acceso a unas cabidades subterráneas donde se conservan las cosechas de vino de consumo privado.
De todo este recorrido, podría haber dedicado mi entrada de hoy a muchos lugares interesantes, pero voy a hacerlo a Coruña del Conde. En este pueblo la joya turística es la ermita románica del Santo Cristo, aunque el castillo medieval, tiene también su historia, pues su control fue disputado a los cristianos por el mismísimo Almanzor. Sin embargo, a mí me llamó la átención lo siguiente. Según te vas acercando el pueblo, lo primero que divisas son los restos de un castillo situado en la cima de un cerro, e inmediatamente, te percatas también de algo que brilla, de color plateado, colocado al lado mismo del castillo... Te quedas un poco "flasheado"... ¿ Qué es?... Me acordé de la mítica película "Superman", pues te empiezas a preguntar: ¿ es un pájaro?, ¿ es un avión?... Y hasta ahí... Porque, efectivamente, se trata de un avión. Y a continuación, la intriga. ¿ Por qué han colocado ese avión ahí?. Al parecer, en 1793, Diego Martín Aguilera, vecino de este pueblo, logró volar desde un cerro próximo con un rudimentario aparato construído por él mismo, se dice que inspirándose en los proyectos de Leonardo Da Vinci, y esto debió ser hito en la historia de la aviación española. Hace unas décadas decidieron colocar un avión para conmemorar la gesta. La cuestión es que el expuesto es un avión moderno y por ello, el cerro del pueblo se ha convertido en un curioso y extraño cuadro anacrónico de contraste entre el castillo medieval y el avión del SXX. Llamativo, muy llamativo.
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