¡Ay¡ Esas pequeñas cosas...

Podemos prepararnos para enfrentarnos a las cosas previsibles, anunciadas, cotundentes, ostentosas, que se ven venir... pero ¡ay¡ de nosotros cuando una de esas otras cosillas se presentan, y suele ser sin avisar... Y en la vida, al final, quizá son más importantes todas esas muchas pequeñas cosas, que esas otras menos grandes cosas.

Uno se cree
que las mató
el tiempo y la ausencia.
Pero su tren
vendió boleto
de ida y vuelta.

Son aquellas pequeñas cosas,
que nos dejó un tiempo de rosas
en un rincón,
en un papel
o en un cajón.

Como un ladrón
te acechan detrás
de la puerta.
Te tienen tan
a su merced
como hojas muertas

que el viento arrastra allá o aquí,
que te sonríen tristes y
nos hacen que
lloremos cuando
nadie nos ve.

Joan Manuel Serrat