jueves, 7 de mayo de 2009

"Mi ran fú"

Recordando antiguas lecturas...
Una de mis escritoras más admiradas es Carmen Martín Gaite. Y uno de los géneros literarios que más me gustan es el cuento. Y ambas cosas se aunan en una feliz coincidencia que se titula "Caperucita en Manhatan", que es en realidad una novela que cuenta una original y conmovedora historia inspirada en el cuento, pero llavada al siglo XX.







Caperucita aquí tiene nombre, se llama Sara Allen, tiene 10 años, piel muy blanca y pecosa, pelo claro, y va siempre con su impermeable y sus zapatos rojos. Es una niña soñadora, con gran imaginación, siempre absorta en pensamientos consistentes en historias imaginarias de la que ella es protagonista. Siempre le cuentan que empezó a hablar antes que a andar. Se inventa palabras, curiosos neologismos, como "miranfú" que ella emplea para decir algo así como que "va a pasar algo sorpresivo". Buscando los paralelismos con el cuento vemos como el bosque es la ciudad, pues vive en Nueva York, y siempre va con su madre a visitar a su abuela al otro lado de la ciudad. Pero un día, ansiosa por conocer Manhatan y vivir una aventura, se escapa en metro ella sola y se adentra en el barrio. A partir de ahí, toda una serie de vicisitudes. Hay tarta, pero es muy especial . Aquí el "lobo" vendría a ser el pastelero Edgar Woolf, que querrá conocer la receta de la tarta de la abuela de Sara a toda costa. Pero no es tan fiero, de hecho se lo encontrará ,cuando finalmente llegue a casa de su abuelita, en casa de ésta, pero bailando con ella , y es que su abuela fue cantante de Music-Hall. Muy interesante es el personaje de Mrs Lunatic, una especie de pitonisa esotérica que dice ser la modelo de la estatua de la libertad, y que acompaña a Sara y la ayuda, surgiendo entre ellas una bonita amistad.

Algunas frases:

" - (...) Sólo quiero ayudarla. ¿ Es que no le interesa el dinero?
- No; porque se ha convertido en meta y nos impide disfrutar del camino por donde vamos andando. Además, ni siquiera es bonito como el de antes, cuando se gozaba de su tacto como el de una joya."

" En los seis años que habían pasado desde aquel día, había entendido que se puede llorar de tres maneras distintas: de rabia, de pena y de emoción."

" A quien dices tu secreto, das tu libertad, nunca lo olvides, Sara"

"Procura encontrar tu camino en el laberinto-le dijo ella- Quien no ame la vida, no lo encuentra. Pero tú la amas mucho. (...) Y no llores. Cualquier situación se puede volver del revés en un minuto. Eso es la vida (...)"

"Y no olvides una cosa - le dejo Miss Lunatic - No hay que mirar nunca para atrás. En todo puede surgir una aventura, pero ante las ansias de la nueva aventura, hay como un miedo por abandonar la anterior. Plántale cara a ese miedo."

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Sí a mí también me gustó mucho ese libro de Carmen Martín Gaite. Es una caperucita muy lista.

Anónimo dijo...

Y nunca te has planteado "anomimo" ... ¿ qué sería de ella en edad adulta?