Hay veces que las poblaciones se empeñan en llevar nombres con las que luego es difícil identificarlas. Hay muchos casos, pero un ejemplo del que me acuerdo ahora mismo es Santillana del Mar, situada en Cantabria, de la que los lugareños dicen que es la ciudad de las tres mentiras porque: ni es santa, ni es llana, ni tiene mar. Y como ésta, otras muchas poblaciones. Pero hay otras, en cambio, cuyo nombre está claramente justificado. Hoy me he encontrado con un pueblo en el que queda clarísimo el por qué de su nombre, y que sin duda no lo desmiente, porque un simple vistazo es suficiente. He aquí lo que me topé.
Vista del pueblo desde el cruce.
LaPeña es un pequeño pueblo de Salamanca situado en el noroeste de la provincia, incluido en el Parque Natural de Arribes del Duero. Lo define una enorme mole de granito a 400 metros de la poblacion, que se levanta en una zona llana y que tiene unas dimensiones aproximadas de 500 metros de perimetro y una altura de 45, conformada con paredes verticales, excepto por la parte norte, inclinada, y por la que se puede subir arriba, desde donde se tiene una vista panoramica amplia de gran parte del termino municipal, Masueco, tierras de Pereña, cuenca de la Ribera de la Greda y el rio Uces y la falla de Los Yusgones.
Vista del pueblo desde el cruce.
LaPeña es un pequeño pueblo de Salamanca situado en el noroeste de la provincia, incluido en el Parque Natural de Arribes del Duero. Lo define una enorme mole de granito a 400 metros de la poblacion, que se levanta en una zona llana y que tiene unas dimensiones aproximadas de 500 metros de perimetro y una altura de 45, conformada con paredes verticales, excepto por la parte norte, inclinada, y por la que se puede subir arriba, desde donde se tiene una vista panoramica amplia de gran parte del termino municipal, Masueco, tierras de Pereña, cuenca de la Ribera de la Greda y el rio Uces y la falla de Los Yusgones.
Y la peña de La Peña, más cerca.
2 comentarios:
Cuántos hornazos me he comido ahí arriba!! qué tiempos aquellos.
Preciosa zona, no os la perdáis.
Muy buena gente la de La Peña.
Yo también comí alguno ahí arriba el día de Pascua. Era costumbre comer el hornazo ese día en la peña de La Peña todos los chavales y chavalas juntos, al salir de misa.
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