lunes, 8 de diciembre de 2008

LA " INMACULADA " CONSTITUCIÓN


Este 6 de Diciembre nuestra Constitución ha cumplido 30 años. Es el texto con mayor vigencia dentro de la historia de nuestro constitucionalismo. La permanencia de esta Carta Magna, con todas sus vicesitudes, ha sido pieza clave para lograr la pacífica transición, la estabilidad exigida para entrar en la Unión Europea, y la consecución de ese progreso social y económico vivido en los tiempos recientes. La cuestión es que han pasado ya 30 años, y con el paso del tiempo, ha devenido la necesidad de adaptar el texto constitucional a una realidad que no se puede seguir eludiendo.

En la pasada legislatura, el Gobierno anunció la necesidad de abordar ciertas reformas: la referencia a la sucesión de la Monarquía Parlamentaria, para corregir la discriminación por sexo, por un lado, y por otro lado, la reforma de las funciones del Senado, con la finalidad de que la Cámara Alta, se convierta realmente en la Cámara de representación territorial de España. Sin embargo, las insalvables diferencias entre los dos partidos mayoritarios, hizo imposible llegar a los acuerdos precisos para poder abordar dichas reformas. Sin haber enfrentado las reformas ya anunciadas, resulta que la lista de reformas que los expertos indican como necesarias, se va acrecentando. Entre otras , se habla de la necesidad de reformar el Título III, relativo a la organización territorial del Estado (aspecto sumamente complejo, porque supondría precisar y concretar hacia donde va el llamado Estado de la Autonomías), el sistema electoral, el procedimineto para la elección de los miembros de órganos como el Consejo General del Poder Judicial o el Tribunal Constitucional, o la ampliación de la laicidad del Estado.

Parece conveniente tratar esta cuestión de la reforma constitucional con cautela y prudencia, pero igualmente parece que genera cierto temor, y a priori, no se ve tarea fácil conseguir el grado de consenso necesario para abordar muchas de esas reformas. En fin, por todo esto, nuestra Constitución, a sus treinta años, permanece prácticamente intacta.

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