martes, 23 de diciembre de 2008

Otro año más, llegó Navidad.

Ya es Navidad un año más...

¿De dónde vendrá la costumbre de decorarlo todo con luces? Antiguamente eran velas. Hoy día hay auténticas exhibiciones de luces de colores, fijas o tintineantes, de muy variadas tendencias, en calles, en comercios y hasta en viviendas particulares. Todo se enciende cuando la luz natural del día se va, que en estas fechas en el hemisferio norte es muy pronto, y aparece todo ese repertorio de luz artificial. No sé cúal es la explicación de por qué necesitamos llenarlo todo de luces, pero nos gusta, aunque personalmente, a veces, si es en exceso, me saturan. A continuación os pongo una particular visión, un tanto original, una particular metáfora de la luz, extraída de una de mis series de televisión preferida "Doctor en Alaska" ( Northem Expesure)





Chris y sus luces del norte.





Y en esta misma serie, donde cualquier cosa tenía cabida, desde la física cuántica, hasta las leyendas indígenas indias; también hay referencias a las creencias religiosas, de todo credo, precisamente, en relación a esto último, y aprovechando la coyuntura, he extraído esta escena. En este capítulo, el marido(no creyente), de manera sorpresiva, prepara un nacimiento de figuras circundadas de velas, y entona el Ave María de Schubert para acompañar a su mujer(creyente) en su oración. Un ejemplo de comprensión y tolerancia, al que se llega, quizá no exento de algún conflicto, pero se llega.




Ave María. Doctor en Alaska.




FELIZ NAVIDAD

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