viernes, 30 de enero de 2009

Gandhi

Hoy se celebra en todo el mundo el Día escolar de la no violencia y la paz. Esta fecha se hace coincidir con la fecha de la muerte de Gandhi, emblema de la paz, que paradojicamente muere asesinado al ser disparado por un radicalista hindú, un 30 de Enero de 1948.





"No hay camino para la paz, la paz es el camino".



Su biografía está inseparablemente unida a la historia de la India del último tercio del siglo XIX y primera mitad del XX. Fue un hombre de gran hondura espiritual, que no pudo permanecer indiferente a lo que consideraba injusto del mundo que le tocó vivir, y que con su particular "lucha pacífica" enseña al mundo entero, otra forma de actuar para lograr hacer efectivas las pretensiones que uno considera legítimas.


Mohandas Karamchand Gandhi nació el 26 de octubre de 1869 en la ciudad costera de Porbandar, en India. Entonces el país estaba organizado en un mosaico de minúsculos principados, cuyos gobernantes tenían un poder absoluto sobre la vida de sus súbditos. Su padre era el primer ministro de Porbandar y mercader de gran habilidad en el comercio. Su madre era una mujer profundamente religiosa y austera que dividía su tiempo entre el templo y el cuidado de los suyos. En la formación espiritual de Mohandas además de la adoración a la diosa Visnú que profesaba la familia, concurrieron una serie de culturas y credos: el hindú, el musulmán, el jain. Este último tuvo especial influencia en su filosofía: los jains practicaban la no-violencia no sólo con los animales y los seres humanos, sino incluso con las plantas, los microbios, el agua, el fuego y el viento. Mohandas fue un adolescente silencioso, retraído y nada brillante en los estudios, que pasó sin llamar la atención por las escuelas de Rajkot. A los trece años, siguiendo la costumbre hindú, lo casaron con una niña de su edad llamada Kasturbai, de quien estaba prometido desde los seis años sin saberlo. A los diecinueve años, padre ya de su primer hijo, su familia decidió enviarlo a Londres para seguir cursos de abogacía.



En Londres vivió tres años, entre 1888 y 1891, período en que se produjo uno de los hechos más determinantes de su vocación: el descubrimiento de Oriente a través de Occidente. En la capital inglesa comenzó a frecuentar a los teósofos, quienes lo iniciaron en la lectura del primer clásico indio, el Bhagavad Gita, al que llegaría a considerar «el libro por excelencia para el conocimiento de la verdad». También allí entró en contacto con las enseñanzas de Cristo, y durante un tiempo se sintió tan atraído por la ética cristiana que se dice que dudó entre ésta y el hinduismo. De esa época son sus intentos de sintetizar los preceptos del budismo, el cristianismo, el islamismo y su religión natal, a través de lo que señaló como el principio unificador de todos ellos: la idea de renunciación. En estos años decisivos para su formación intelectual leyó a Tolstói, en quien más tarde encontraría el guía para el perfeccionamiento de la práctica y la teoría de la no-violencia. Y cuando regresó a la India con el título de abogado, lo hizo con sus señas de identidad orientales: había ido en busca de la sabiduría occidental y retornaba con el secreto que había hecho sabios a los hindúes.




De regreso a su hogar, como abogado no halló muchas perspectivas, y entonces, una factoría comercial musulmana le ofreció un contrato para atender un caso de la empresa en Durban, que acepta y se va rumbo Sudáfrica en 1893. Allí vivía una colonia hindú formada en su mayoría por trabajadores, a quienes los ingleses llamaban despectivamente sami. Carecían de todo derecho, se les despreciaba y discriminaba racialmente, como pudo comprobar en carne propia el joven abogado. Terminado su trabajo, Gandhi estaba a punto de regresar a la India cuando se enteró de la existencia de un proyecto de ley para retirar el derecho de sufragio a los hindúes. Decidió entonces aplazar la partida un mes para organizar la resistencia de sus compatriotas, y el mes se convirtió en veintidós años. Durante esa etapa de su vida, su preocupación fue la liberación de la comunidad india, y en ella fue dando forma a las armas de lucha que más tarde utilizaría en su país. En los primeros años, convencido de las buenas intenciones del colonialismo británico, abrió un bufete para defender a sus compatriotas ante los tribunales en Johannesburgo y se propuso articular un movimiento dedicado a la agitación por medios legales. Fundó el periódico "The Indian Opinion", para aglutinar a la comunidad india y, como instrumento de agitación legal, creó el Congreso Indio de Natal. Pero a partir de 1904, su vida cambia. La lectura del libro "Unto The Last" de John Ruskin, crítica del capitalismo, le influye hasta el punto de modificar su estilo de vida. Comienza una sencilla existencia comunitaria en las afueras de Johannesburgo donde fundó una comuna llamada Tolstói. En esa época esboza una teoría del activismo no-violento, que puso en marcha por primera vez para oponerse a una ley de registro que obligaba a todos los indios a inscribirse en un registro especial con sus huellas dactilares. Gandhi ordenó a sus compatriotas que no se inscribieran, que comerciaran en las calles sin licencia y, más tarde, que quemaran sus tarjetas de registro frente a la mezquita de Johannesburgo. Como muchos de sus seguidores, fue a parar a la cárcel varias veces, pero el movimiento de resistencia civil obtuvo varios éxitos parciales. En 1913 la protesta contra un impuesto considerado injusto se tradujo en una marcha. Al año siguiente las autoridades británicas dieron marcha atrás con dicho impuesto y autorizaron a los asiáticos a residir en Natal como trabajadores libres. La victoria parecía total, y Gandhi, que había abandonado las vestimentas europeas en señal de protesta, partió definitivamente de Sudáfrica con su mujer y sus hijos. Aunque a largo plazo todos los logros de la comunidad india se perdieron y las autoridades de aquel país endurecieron aún más su política racista, estos años en Sudáfrica habían servido para ensayar las tácticas que más tarde habría de utilizar en su tierra natal.



Gandhi llegó a la India en 1915 como un verdadero héroe por la fama de sus campañas exitosas en el extranjero. Las masas de Bombay le tributaron un caluroso recibimiento, el gobernador inglés acudió a saludarlo y el poeta Rabindranath Tagore le dio la bienvenida en su Universidad Libre de Santiniketan. A poco de llegar, en la ciudad de Ahmedabad fundó una comunidad casi monástica en la que estaban prohibidas las vestimentas extranjeras, las comidas con especias y la propiedad privada. Sus miembros se dedicaban únicamente a dos trabajos materiales: la agricultura, para obtener el sustento, y el tejido a mano, para procurarse el abrigo. Durante un tiempo permanecará retirado de la vida pública hasta que en 1919 regresa cuando con la aprobación de un nueva ley, quedan de manifiesto las intenciones imperialistas de los colonos ingleses en su país. Gandhi organizó entonces una campaña de oposición a dicha ley a nivel nacional, que comenzó con una huelga general. Siempre estuvo presente su proclama de no-violencia aunque no pudo evitar ciertos brotes de violencia, y fue precisamente, cuando acudia Delhi a sofocar uno de ellos, cuando es detenido. Días después las fuerzas militares británicas disparan contra la multitud reunida en una protesta provocando más de cuatrocientos muertos. La ley no llegó a entrar en vigor pero esto marcaría un antes y un despúes. Gandhi ocupará la presidencia del Congreso Nacional Indio, partido con el irá encaminando la pretensión de independencia. Rápidamente logró aunar a los indios, desde las clases medias urbanas hasta las masas campesinas más humildes. Organizá campañas de desobediencia civil, pacíficas siempre, pero eficaces, como la negativa a pagar impuestos o el boicot a las autoridades. Estas medidas llevaron a munchos indios a las cárceles, y el mismo Gandhi acaba detenido en 1922. Fue sentenciado y condenado a seis años de cárcel, en lo que se llamó "el gran juicio", del que se cuanta como anécdota, que acaba con una reverencia entre juez y acusado. Tras salir de la cárcel, la situación había cambiado, el partido que lideró estaba dividido y decide retirarse de nuevo de la vida pública, en situación de suma pobreza. En esos años se convierte en el jefe espiritual de la India, con reseña internacional por lo que muchas personalidades acuden a él en busca de paz espiritual.



Pero en 1927, el gobierno británico crea un comisión para reformar la Constitución, en la que no hay representación india. Su campaña de oposición tuvo éxito, y el Congreso, animado por la unión surgida y el apoyo mayoritario, decide declarar la independencia de la India en 1930. El mahatma Gandhi organizá como respaldo a esa determinación una marcha de 385 kilómetros, y a su paso, la adhesión a la causa era imparable. Paralelamente los sugidores de Gandhi ocupaban las fábricas de sal. Estas medidas provocan la reunión entre el mahatma y el virrey de la corona británica en la India, y logra la liberación de muchos de los presos detenidos durenta la campaña, la "nacionalización" de la producción de sal, y un compromiso de participación de las autoridades indias un el proceso constitucional. Gandhi viaja a Londres, pero no hay cumplimiento del compromiso, pues a la vuelta, nuevas detenciones paralizan el proceso.




Gandhi presiona con sus huelgas de hambre. Desde la cárcel donde, es detenido finalmente, anuncia un "ayuno hasta la muerte", provocando la reacción de las autoridades. Con el estallido de la IIGuerra Mundial, Rangún es tomada por los japoneses y Gandhi exigio la independencia de la India. De nuevo es detenido, y cuando sale de la prisión, en 1944, se encuentra débil. Tras el final de la IIGuerra Mundial, finalmente la India logra su liberación de la dominación inglesa, negociaciones en las que Gandhi juega un papel importante. Pero enseguida surgen con fuerza los problemas internos largamente arrastrados de enfrentamiento entre hindúes y musulmanes, lo que hizo que le nombramiento del primer ministro indio, estuviera acompañado de disturbios violentos. Gandhi se siente traicionado, contrario a la segregacion del territorio, no puede impedir que la liga musulmana, concluya con la separación de Pakistán.

Los últimos días de su vida fueron díficiles y duros, pero no dejó de intentar pacificar las posturas con sus medidas de presión habituales: sus marchas pueblo a pueblo y sus ayunos. Los extremistas en cambio, ya no aceptaban estas posturas, y un día cuando procedía a su oración diaria, fue alcanzado por la balas de un joven hindú.

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